Lanzan Proyecto Ambiental Integral en favor de la biodiversidad guatemalteca

El licenciado Manuel Centeno, de Casa Médica, sostiene un frasco de miel producido por las comunidades que participan en el proyecto Bosques de la Fundación Defensores de la Naturaleza y que junto con un diploma de reconocimiento le entregó el ingeniero forestal Óscar Núñez, Director Ejecutivo de la citada fundación.
Si los árboles nos dieran señal de Internet ¿plantaríamos árboles? Contengamos la respiración algunos minutos y preguntémonos: ¿cuánto tiempo viviríamos sin oxígeno? Con estos planteamientos y un par de interactivas reflexiones sobre la importancia de cuidar la naturaleza, Manuel Centeno, Director de Cultura y Ventas de Casa Médica, presentó el convenio de cooperación que tiene con la Fundación Defensores de la Naturaleza para ejecutar un Proyecto Ambiental Integral.
El citado proyecto incluye la preservación del hábitat del Quetzal (Pharomachrus mocinno) -ave símbolo de Guatemala-; la conservación de la Reserva de Biósfera de la Sierra de las Minas y reforestaciones en el Parque Nacional Naciones Unidas.
Detalles de la alianza
De acuerdo con el ingeniero forestal Óscar Núñez, Director Ejecutivo de la Fundación Defensores de la Naturaleza, la alianza con Casa Médica surge de la iniciativa de trabajo que la fundación tiene con varias empresas del país, para fomentar su responsabilidad social empresarial en favor de nuestros recursos naturales.
En el caso específico de Casa Médica, a través del Programa Integral Ambiental, donará Q1 por cada producto seleccionado (estetoscopios, medidores de presión digitales, sillas de ruedas, respaldo de sillas, almohadas y glucómetros) que sus clientes adquieran en la sala de ventas, en línea o a través del Contact Center.
Casa Médica también adoptó 10 hectáreas de la Reserva de Biósfera Sierra de las Minas, como parte del programa de inversión para familias y empresas llamado: “Adopta un bosque”, promovido por Defensores con el objetivo de apoyar la conservación de la biodiversidad de las áreas protegidas que co-administra.
Y el tercer proyecto es la siembra de mil árboles, por parte de colaboradores y amigos de Casa Médica, en el Parque Nacional Naciones Unidas.
Los impactos de la cooperación
“Al preservar el hábitat natural del Quetzal en la Reserva de Biósfera de la Sierra de las Minas, Casa Médica contribuye a conservar el hogar de más de 800 especies de animales, entre aves, mamíferos, anfibios y reptiles; a preservar 63 ríos que proveen de agua a más de 500 mil personas; a mantener un banco de semillas para la reforestación y práctica de la agroforestería en los trópicos, así como a la protección de plantas comestibles y medicinales que benefician a más de 280 mil personas de origen Q´eqchí, Poqomchí y mestizo".
"Otro beneficio de esta alianza en la Sierra de las Minas será la transformación y equipamiento de la cabaña que tenemos, en la estación científica “Héctor Centeno”, en honor de la memoria del Fundador y Presidente de Casa Médica y también de Defensores de la Naturaleza: ingeniero Héctor Adolfo Centeno Bolaños", añade Núñez.
Y, ¿cómo se logra obtener la confianza del sector privado para apoyar proyectos de conservación de la naturaleza? "En nuestros 35 años de trayectoria hemos demostrado ser una institución responsable, transparente y equitativa", afirma Núñez.
Además, la fundación tiene a su cargo la co-administración del 5 por ciento del territorio guatemalteco declarado área protegida, dentro del cual vive el 85 por ciento del total de la flora y fauna del país.
Ingeniero forestal Óscar Núñez, Director Ejecutivo de la Fundación Defensores de la Naturaleza
“Solo la Biósfera de la Sierra de las Minas produce US$1,400 millones al año en servicios ecosistémicos y como desafortunadamente las autoridades de gobierno poco invierten en esta “Joya de la Conservación”, nosotros trabajamos en cuidar los bosques y mantener los servicios ambientales que nos ofrecen”, dice Núñez.
En los detalles está la diferencia
Manuel Centeno, Director de Cultura y Ventas de Casa Médica relata que apoyan a la Fundación Defensores de la Naturaleza para honrar la memoria de su abuelo Héctor Centeno y practicar los valores que les inculcó.
“Mi abuelo era apasionado por todo lo que ayudara a Guatemala a salir adelante y sobre todo por preservar la naturaleza. Recuerdo que de niño me enseñó a cerrar la regadera mientras me enjabonaba y a no dejar correr el agua del grifo mientras me lavaba los dientes, porque en los pequeños detalles está la diferencia y en este caso, con tan solo cerrar el grifo mientras te lavas, se ahorran miles de litros de agua”.
Centeno considera que tal como le demostró su abuelo, el cambio de hábitos de vida inadecuados que dañan la naturaleza comienza con la educación. Por eso en su empresa están haciendo una labor interna de educación y motivación para que la gente aprenda a apagar la luz si no le está sirviendo; a usar el agua con moderación; a preferir tomar agua de ecofiltros y no embotellada, entre otras prácticas que contribuyen con el medio ambiente.
El joven empresario también se dio cuenta de que los hijos de sus colaboradores son quienes más disfrutan la jornada de reforestación que desde hace cinco años efectúan de forma anual en el Parque Nacional Naciones Unidas. Y como los pequeños siempre preguntan a sus padres cuándo irán nuevamente al bosque, decidió hacer dos reforestaciones al año. “Hay que dar el ejemplo y qué mejor que a los niños, quienes tienen el futuro en sus manos”, dice sonriente.
Licenciado Manuel Centeno, Director de Cultura y Ventas de Casa Médica.
La razón por la cual Centeno considera que el sector privado del país debiera apoyar programas como los que impulsa Defensores de la Naturaleza es según sus palabras: “Como diría Facundo Cabral, si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque fuera solo por negocio. Y ser bueno en este tipo de actividades trae muchos beneficios, empezando con que si no tenemos un ecosistema saludable, nuestras empresas no tendrán a quien servir”.
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