Publicado en May 16, 2016
Por Lucy Calderón

Salvar recursos genéticos alimentarios para salvar vidas

Portada del libro del Dr. César Azurdia. Fotos:  Lucy Calderón

El Dr. César Azurdia recibe su obra, de manos del Ing. Elder Figueroa, Secretario Ejecutivo del CONAP, (traje oscuro), y del MSc. Gerardo Arroyo, Director General de Investigación de la USAC, (traje gris).

Ing. Elder Figueroa, del CONAP; Dr. César Azurdia, autor del libro; y MSc. Gerardo Arroyo, Director General de Investigación, USAC.

El Dr. César Azurdia (centro) junto a los comentaristas de su libro: el Ing. Baltasar Moscoso (izquierda), y el Lic. Armando Cáceres (derecha).

Al terminar la presentación del libro, el Dr. Azurdia se dedicó a autografiar algunos ejemplares.

El Dr. César Azurdia espera que las autoridades gubernamentales tomen en cuenta la información del libro para disminuir la pobreza y la desnutrición en Guatemala.

¿Qué tal si para el almuerzo de hoy prepara un sabroso guiso de hojas de tunay o de verdolaga; aunque quizás le gusten más unas flores de gusnay o de tepejilote. ¡Mmmm!, para el postre unos sabrosos frutos de tomate de árbol, de jurgay o matasano. Y para enriquecer su bebida, qué mejor que añadirle unas semillas de Chan.

Todas las propuestas para el menú son algunas de las sabrosas y nutritivas 41 especies de plantas comestibles incluidas en el libro: Plantas Mesoamericanas subutilizadas en la alimentación humana. El caso de Guatemala: una revisión del pasado hacia una solución actual, y de las que su autor, el Dr. en Genética César Azurdia, describe su morfología, distribución, origen y usos en la dieta.

Con esta obra, Azurdia pretende motivar a los guatemaltecos a recuperar el buen hábito de consumirlas, porque tienen mucho más valor nutricional que varios de los alimentos que comemos a diario, pero que debido al escaso valor social que se les otorga, por considerarlas “alimentos de pobres”, se han dejado a un lado.

Sin embargo, como indicó el Lic. Armando Cáceres Estrada, uno de los comentaristas de libro: “Éste debe servir de acicate para estudiar la biodiversidad, mejorar las relaciones multidisciplinarias de investigación, contribuir a combatir la desnutrición, fomentar el uso culinario de las especies y aprovechar óptimamente los recursos nativos disponibles de este país Megadiverso”.

Y no es para menos, la obra de Azurdia es producto de 40 años de experiencia y pasión por la ecología, taxonomía, origen y evolución de las plantas, sobre todo de las nativas, porque Guatemala es uno de los ocho centros más importantes del mundo en cuanto a origen y diversidad de plantas cultivadas. Y gran parte de la alimentación del resto de países del Planeta está basada en lo que aquí originaron las culturas ancestrales.

Otros aportes y retos derivados de la publicación
El ingeniero Baltasar Moscoso, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Guatemala, otro de los comentaristas del libro, indicó que éste será de gran utilidad, por ejemplo, para saber qué plantas incluir en los huertos familiares que tanto se están promocionando para ayudar a combatir la pobreza y desnutrición en el país.

Moscoso señaló que ahora que se tiene la información hay que difundirla y velar porque sea aplicada en todos los ámbitos, desde la educación primaria hasta en la universitaria, porque a los extensionistas les hace falta este conocimiento.

Cáceres también indicó que esta publicación saca a luz retos para distintos sectores. En el académico se deben estimular actividades de investigación multidisciplinaria e intersectorial sobre la temática. Incluso, la enseñanza del uso de estas plantas debe ser parte de los programas de estudio a nivel nacional, ente ellos, los de alfabetización.

Para el sector agrícola el resto será desarrollar paquetes tecnológicos que indiquen cómo cultivar las plantas de forma sostenible.

El desafío de las amas de casa y cocineros profesionales será aprender a cocinarlas y preparar con ellas comidas novedosas.

Para los pequeños, medianos y grandes empresarios, la meta es procesarlas, darles valor agregado y convertirlas en productos innovadores que permita exportarlos.

En síntesis, debemos aprender a fomentar con estos alimentos ancestrales nuestra identidad nacional, acotó Cáceres. 

Y tal como Azurdia resaltó: “es importante salvar recursos genéticos alimentarios para salvar vidas y medios de vida”.

Megadiversidad para siempre
La publicación del Dr. Azurdia -quien recibió la Medalla de Ciencia y Tecnología en el 2009, por sus aportes a la investigación científica en Guatemala-, tuvo el apoyo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) y la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), a través de la Dirección General de Investigación (DIGI) y está registrado como documento técnico No. 11-2016.

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