Publicado en September 16, 2018
Por Lucy Calderón

Tener una empresa sostenible también es un buen negocio

Foto: Pixabay

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Cuando en una empresa costarricense dedicada a la fabricación y comercialización de productos de limpieza se dieron cuenta de que los agentes químicos empleados en sus formulaciones estaban afectando la salud de sus colaboradores, decidieron resolver la situación desde la perspectiva de la sostenibilidad.

¿Cómo? Sus propietarios empezaron a invertir en la investigación, desarrollo y uso de componentes menos tóxicos para las personas y el ambiente. Hacerlo solucionó la problemática interna, a la vez que contribuyó a reducir la contaminación de fuentes de agua y evitar que los usuarios de sus productos también pudieran enfermar.

“Así empezó Florex, como una empresa que respondía a los problemas de salud de sus propios colaboradores. El tema obviamente, también era económico, y si no ocurrieran consecuencias de esa índole –los colaboradores de Florex estaban ausentándose reiteradamente-, quizás no se habría hecho el cambio”, narra su vicepresidenta y cofundadora, Silvia Chaves Quesada.

Sin embargo, “colocar en el mercado nuevos productos ya no fue tema solo de ser amigables con el ambiente, sino que solucionamos con ellos una necesidad”, añade Chaves.

Silvia Chavez_Florex

Foto cortesía: Florex

A la fecha, Florex se destaca como la primera eco-fábrica de Costa Rica, pionera en incluir la sostenibilidad en todo el ciclo de vida de sus productos y servicios. Ellos efectúan la búsqueda y generación de materias primas cada vez más amigables con el ambiente, así como el desarrollo de nuevas formulaciones con menor impacto y mayor rendimiento. Estas se distribuyen en presentaciones concentradas para disminuir tanto el consumo de agua durante su producción, el uso de plástico en su envasado y la generación de emisiones en su transporte.

En las instalaciones de Florex también tienen paneles solares y usan la energía captada para el funcionamiento de su planta y oficinas; recolectan lluvia, la cual almacenan y luego utilizan en algunas de sus áreas.

Además, desde 2008 esta empresa es reconocida por el Ministerio de Ambiente y Energía costarricense como una institución que participa en la iniciativa Plan Piloto C-Neutral. A raíz de ese compromiso que significó cambiar sus estándares de producción, distribución y comercialización, tienen seis años de estar certificados en el proceso de carbono neutralidad, es decir, han reducido su huella de carbono o emisión de gases de efecto invernadero.

Planta Florex

Vista aérea de las instalaciones de Florex en Costa Rica. Foto cortesía: Florex

¿Cómo se logra ser productivo, socialmente responsable y al mismo tiempo amigable con el ambiente?
Existen varios lineamientos y marcos de referencia reconocidos internacionalmente, los cuales ofrecen las bases para comenzar a ser sostenibles.

Por ejemplo, está el Pacto Mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el cual pide a las empresas adoptar, apoyar y promulgar dentro de su esfera de influencia, un conjunto de valores fundamentales en las áreas de derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y anti-corrupción.

También están la Norma ISO 26000, una guía sobre responsabilidad social empresarial; las Directrices para Empresas Multinacionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; y recientemente, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que, aunque son metas para los países, las empresas pueden contribuir a que se alcancen, explica Olga Sauma, directora ejecutiva de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED), una organización costarricense dedicada a la promoción de modelos de negocios responsables y sostenibles.

Olga Sauma

Olga Sauma, Directora Ejecutiva de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED). Foto cortesía: AED

Por supuesto, no existe una receta única, porque cada empresa es distinta y tiene sus particularidades, aún dentro de un mismo sector de actividad económica.

Sin embargo, para comenzar, Sauma y Chaves sugieren realizar una autoevaluación para identificar los temas críticos a resolver y darles seguimiento. Luego, recordar que cualquier sistema de gestión de mejora continua conlleva planificación, ejecución, evaluación, verificación y reporte, pasos en los que todas las áreas operativas de la empresa deben involucrarse.

Otro aspecto clave es ponerse metas medibles a mediano y largo plazo, para poder hacer comparaciones del antes y después, y determinar si hubo avances o retrocesos.

Chaves añade que la gestión sostenible y responsable significa no solo tener uno o varios proyectos enfocados en beneficiar a las comunidades donde se tienen operaciones. La conducta interna de todos los colaboradores también es importante, por lo que se debe generar una cultura ambiental empresarial que promueva que todo el personal se involucre en cada proceso de transformación dirigido hacia la sostenibilidad; y para lograr el cambio, el ejemplo deben darlo quienes ocupan los altos cargos.

Colaboradores Ambientales

Foto: Pixabay

Las ventajas y desafíos de liderar una organización sostenible
Adentrarse en una gestión empresarial que contribuya a alcanzar la sostenibilidad o desarrollo sostenible, es decir, capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones, implica satisfacer nuevas exigencias del mercado, pero también atraer nuevos clientes.

Por eso, es importante comenzar a enfocarse en esta temática, porque los productos y servicios en cuyos procesos estén considerados los pilares de la sostenibilidad: el económico, social y ambiental, ya están siendo demandados por los sectores público y privado, tanto a nivel local como internacional.

Incluir dichos pilares en su estrategia de negocios, brindará a los empresarios la oportunidad de incrementar sus rendimientos, ser mejores empleadores, ofrecer mejores servicios y tornarse amigables con el ambiente, indica Sauma.

Además, la Comisión para el Desarrollo Sostenible del Foro Económico Mundial ha indicado que existe una oportunidad de negocio –estimada en unos 12 mil millones de dólares anuales- por productos y servicios asociados a la agenda 2030, comenta Sauma. Esta agenda es el plan global de los ODS, los cuales apuntan a  erradicar la pobreza, luchar contra el cambio climático y reducir las desigualdades.

Por lo tanto, tendrán importantes ocasiones de crecimiento económico quienes adapten su oferta para que responda a esa agenda aprobada por los representantes de los países integrantes de la ONU. O, por el contrario, si no actúan hacia esa meta, probablemente verán afectadas las relaciones comerciales que deseen concretar, añade Sauma.

Ranking empresarial de desempeño ambiental
En Guatemala, recientemente el Centro Guatemalteco de Producción Más Limpia (CGP+L) lanzó una herramienta digital llamada Diagnóstico de Desempeño Ambiental (DDA), para que en las empresas y organizaciones, tanto locales como de otros países, efectúen un autodiagnóstico de sus prácticas ambientales. 

Desempeño_Ambiental

La DDA está disponible en www.desempenoambiental.net; el empresario debe registrarse (si es extranjero debe darle clic a la opción “Otro país”) y responder varios cuestionamientos que lo remitirán a un reporte ilustrado sobre los puntos críticos que debe mejorar en su organización.

“Es una manera sencilla de conocer qué se está haciendo y de qué manera; cuáles son los riesgos ambientales y económicos en los que se está incurriendo y cuáles son las oportunidades de mejora”, comenta el ingeniero químico Luis Muñoz, Director Ejecutivo del CGP+L.

Muñoz añade que el DDA es una herramienta importante, porque es el primer paso para que todo tipo de institución comience a conocerse y hacer ajustes en su gestión empresarial, con los objetivos de reducir costos e impactos ambientales y hacerlo de forma preventiva.  También es útil para las pequeñas y medianas empresas que a veces no cuentan con los recursos necesarios para pagar por servicios sofisticados de asistencia técnica o tecnología ambiental.

Además, con esta herramienta se pretende contribuir a generar indicadores de sector y de país para tener un ranking o clasificación de desempeño ambiental del sector empresarial guatemalteco, el cual no existe en la actualidad, pero es importante para incidir en la creación de políticas públicas basadas en evidencia, comenta Muñoz.

Cada mes el CGP+L revisa los reportes generados por el DDA y con el objetivo de verificar los datos obtenidos a través de esta herramienta, ya se encuentra concretando una alianza con algunas universidades del país, para que los estudiantes efectúen  programas de verificación e investigación de cada sector.

Para promover que las empresas acepten la verificación, se está planificando crear un sello verde, el cual les brindará el respaldo de que su gestión empresarial es sostenible.

Después de efectuar el autodiagnóstico, los empresarios que lo deseen pueden contactar al CGP+L para solicitar asesoría específica en el área que más les interese.

Cultura_Ambiental

De tal manera que sin importar el sector de productos o servicios al que pertenezcan, los líderes de cada compañía u organización, además de conocer bien el mercado al que sirven, tienen que estar pendientes de las tendencias globales, que en la actualidad, apuntan a ser más amigables con el ambiente. Una tendencia que también es rentable, porque al invertir en fuentes alternativas de energía eléctrica, de agua y hacer buen manejo de residuos, por ejemplo, tal como Florex lo demuestra, se reducen costos y los impactos negativos a la sociedad y a la naturaleza.

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