Publicado en October 02, 2013
Por Lucy Calderón

Vivir de cara al mar es cuidar los preciados recursos hídricos

Los océanos enfrentan graves presiones como la sobrepesca, la muerte incidental de especies marinas, la acumulación de contaminación por plástico tanto en sus aguas como en las playas, la acidificación, la pérdida de manglares y la erosión costera, señala la bióloga salvadoreña Enriqueta Ramírez, de ViVAZUL.
 
Y aunque desde el 2008 los océanos tienen el 8 de junio* como fecha para que los humanos conmemoremos su inmensidad y el rol tan importante que ejercen en nuestras vidas, las decisiones que tomamos cada día tienen el poder de afectarlos, incluso, aunque vivamos a gran distancia de ellos. La bióloga Ramírez ofrece 8 recomendaciones para su conservación:
 
1. Usar menos plástico desechable: Un gran porcentaje de los plásticos desechables como el de botellas de bebidas, bolsas, productos de poliestireno (durapax) y pajillas (popotes) no tienen una disposición final adecuada, solo logran reciclarse en un pequeño porcentaje y generalmente terminan acumulándose en orillas de ríos, playas e incluso mar adentro. Reducir el consumo de productos envasados o fabricados con materiales contaminantes y en su lugar preferir los empacados o elaborados con materiales biodegradables es la mejor opción.
 
2. Planificar bien las parrandas: En lugar de usar vajillas de materiales descartables para servir los alimentos y las bebidas, hay que optar por las de porcelana, porque desechar algo no significa que desparezca y aunque parecen convenientes, los plásticos desechables tienen repercusiones en nuestra salud y en el ambiente. 
 
3. Dejar la playa limpia: Después de visitar una playa hay que dejarla incluso más limpia de como se encontró, asegurándose de que nuestra basura viaja con nosotros y si tenemos la oportunidad, también hay que participar en campañas de limpieza. 
 
4. Viajar por el mar de forma responsable: Es imprescindible explorar y disfrutar del mar sin intervenir con la vida silvestre, no tirar nada por la borda, y siempre elegir las opciones más respetuosas con el ambiente vinculadas con la embarcación. 
 
5. Usar el agua racionalmente: Toda el agua del planeta está conectada y aunque no se viva cerca de la costa, toda el agua que se va al drenaje o la que escurre de otras actividades, eventualmente llega hasta los recursos hídricos. Por lo general, cuando llega a ríos, mares, lagos y océanos, lo hace cargada de químicos que la naturaleza no puede procesar. Por eso, hay que reflexionar sobre el uso apropiado y razonable de este vital líquido, como de los productos que vertimos en él. 
 
6. Reducir el consumo de energía: La producción de dióxido de carbono está vinculada con el cambio climático y el calentamiento global que afecta a los océanos. Es aconsejable cambiar los focos convencionales por unos ahorradores, apagar la luz si no la necesitamos, utilizar las escaleras en lugar de elevadores, caminar más, manejar bicicleta y usar el vehículo solo cuando sea imprescindible. 
 
7. Informarse: Cuanto más se conoce sobre los problemas a los que se enfrentan los océanos y las repercusiones de estos en nuestras vidas, más se puede ayudar a protegerlos e inspirar a otros a hacer lo mismo. 
 
8. Apoyar y participar junto a las organizaciones y comunidades que están luchando por proteger los hábitats y la fauna marina, así como en la promoción del desarrollo comunitario sostenible. 
 
*El reconocimiento de las presiones que padecen los océanos, motivó a la aprobación de la Ley de los Océanos en 1994 por la Convención de Naciones Unidas, ONU. Más tarde en 1998, se declaró el Año Internacional de los Océanos y para 2008, siempre desde la ONU se emitió la resolución en la cual queda establecido el 8 de Junio como el Día Mundial del Océano. 
 
Disfruta de este hermoso clip http://www.youtube.com/watch?v=vuQQufFV068 
Fuentes:

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