Publicado en April 05, 2014
Por Lucy Calderón

Los retos de un fitomejorador de caña de azúcar

El Doctor en Fitomejoramiento de caña de azúcar, José Luis Quemé, muestra los pasos del proceso del mejoramiento de variedades que se efectúa en CENGICAÑA. Foto: Lucy Calderón

El Dr. José Luis Quemé muestra cómo es la flor de la caña de azúcar, de la cual se obtienen semillas que son sembradas en bandejas de plástico y cuya evolución es supervisada en un invernadero.
Foto: Lucy Calderón

En las denominadas casas de cruzas se realiza la reproducción sexual de la caña de azúcar. Foto: Lucy Calderón

Don Carlos Pérez, del Programa de Variedades de CENGICAÑA, muestra que mientras están en la casa de cruzamientos, las plantas son alimentadas con un sustrato nutritivo. Foto: Lucy Calderón

Las variedades, producto de las semillas obtenidas después del cruzamiento, se siembran en bandejas de plástico que luego son trasladadas a un invernadero. Foto: Lucy Calderón

Cada año CENGICAÑA produce de 180 mil a 200 mil variedades de caña que en su fase inicial (plántulas) son supervisadas todos los días por el Dr. Quemé, don Carlos Pérez y el Perito Agrónomo Carlos Salazar. Foto: Lucy Calderón

El Perito Agrónomo Aldo Salazar y el Dr. José Luis Quemé ejemplifican una de las tareas que realizan en los campos de cultivo y que consiste en perforar el tallo de la caña de azúcar para medir, con un ayuda de un aparato especial, la cantidad de sacarosa que contiene.  Foto: Lucy Calderón

Después de tres meses en el invernadero, las plántulas son trasladadas al campo definitivo. Y de las 200 mil variedades producidas solo llegan a comercializarse 1 ó 2, luego de un riguroso proceso de selección que dura 12 años. Foto: Lucy Calderón

“Cuando miraba la caña pensaba: la planta, por mostrar un crecimiento vigoroso y sencillo, será fácil de mejorar genéticamente; se trata de conseguir tallos con buenas características, porque ni fruto tiene... Pero hasta cinco años después de trabajar con este cultivo pude decir que comenzaba a conocerlo, porque es complejo”, comenta el Doctor en Fitomejoramiento de la Caña de Azúcar, José Luis Quemé.

La mejora genética de la caña de azúcar en Guatemala se inició en el Programa de Variedades del Centro Guatemalteco de Investigación y Capacitación de la Caña de Azúcar (CENGICAÑA), financiado por los 12 ingenios que integran el sector azucarero del país.

Quemé resalta que uno de los primeros éxitos de este proceso es haber hecho germinar semillas obtenidas por reproducción sexual, sin embargo, el Dr. Gregorio Soto, quien comenzó el trabajo no pudo ver los resultados finales.

“El proceso de obtención de una variedad tarda 12 años y aunque el Dr. Soto trabajó 8 años en CENGICAÑA, falleció antes de que se concretara su logro”, añade Quemé, fitomejorador del Programa de Variedades del citado centro de investigación.

No es solo cuestión de gustos
La caña de azúcar puede reproducirse de forma sexual o asexual, pero de las 263 mil 056 hectáreas (ha) que comprende la zona cañera del país, únicamente 30 están cultivadas con variedades reproducidas sexualmente.

“Para la producción comercial de caña se utiliza semilla asexual (esquejes), porque por la vía sexual no es recomendable, debido a su baja germinación y por necesitar cuidados especiales. La baja germinación de la semilla sexual se puede ejemplificar mediante la comparación con el cultivo del maíz. Si de éste se siembran 100 granos, germinan 98. Con la caña de azúcar ocurre todo lo contrario: se siembran 100 semillas y si bien nos va, germinan 3”, afirma Quemé.

Por eso, la reproducción sexual se usa únicamente para hacer mejoramiento genético y desarrollar variedades con buena productividad de azúcar, con resistencia a las principales enfermedades y plagas, con buenas características de manejo agronómico y adaptabilidad general y específica a cada uno de los estratos donde se siembra: Litoral, 0-40 metros sobre el nivel del mar, msm; Bajo, 40-100 msm; Medio, 100-300 msm; Alto, mayor de 300 msm.

Un largo proceso
Para hacer los cruzamientos vegetales, en CENGICAÑA usan variedades propias y de otros lugares como India, Tailandia, Las Islas Mauricio, Indonesia, Estados Unidos y Colombia.

CENGICAÑA introduce esas variedades de otros centros de investigación, ya sea en una sola vía o por intercambio. En algunos casos únicamente les está permitido utilizar dichas variedades con fines de mejoramiento genético, no comercial. Pero todas las variedades, tanto las introducidas como las propias, integran la colección de germoplasma de la institución.

Los investigadores eligen las mejores variedades y las cruzan. Cada una de las variedades está identificada con las siglas del país de donde proceden. Por ejemplo, las de CENGICAÑA son CG y las de Canal Point, Estados Unidos, CP.

Los “hijos” producto de las cruzas, los siembran en la Estación Experimental en donde se inicia el proceso de selección. Aunque cruzan variedades que tienen flor, siempre se seleccionan dos grupos: uno que presente flor y otro que carezca de ella, porque al productor no le interesa que floreen las variedades que se cosechan de marzo a abril. ¿La razón? Cuando hay flor, generalmente aumenta el corcho, por lo tanto, disminuye la productividad.

Quemé explica que anteriormente las cruzas las hacían en el campo, pero para un mejor control del proceso construyeron las denominadas “casas de cruzas”.

En la actualidad se realizan 600 cruzas al año y éstas se efectúan conjuntamente con la selección de los “hijos”, dentro de la zona cañera guatemalteca; hacerlo de esta manera es mejor que aventurarse a cultivar variedades introducidas que podrían no adaptarse.  

Después de los cruzamientos, cortan las flores, les eliminan la pelusa que protege las semillas y las siembran en bandejas de plástico que colocan en invernaderos.

De cada semilla que logra germinar nace una variedad nueva y anualmente CENGICAÑA produce de 180 mil a 200 mil variedades, la cuales en su fase inicial (plántulas), están en los invernaderos y son supervisadas todos los días por el fitomejorador y su equipo de trabajo, destacando la labor del Perito Agrónomo, Aldo Salazar y el señor Carlos Pérez, ambos con amplia experiencia en el manejo de las plántulas.

Después de permanecer las plántulas en el invernadero por espacio de dos a tres meses, se siembran en el campo definitivo, en donde comienza el proceso de selección. En esta primera fase de selección participa el fitomejorador Fredy Rosales y un equipo de seleccionadores, quienes eligen alrededor de seis mil variedades, un número que facilita manejarlas. Éstas las siembran en dos fincas propiedad de alguno de los 12 ingenios integrantes de la Asociación de Azucareros de Guatemala, que son los financistas de los proyectos de investigación científica que ejecuta CENGICAÑA.

Luego, de esas seis mil variedades seleccionan 400; después, 40, que son evaluadas en toda la zona cañera del país (pruebas regionales) y de nuevo escogen 10 que pasan a un estado semi-comercial. 

Las pruebas regionales y las semi-comerciales están a cargo del fitomejorador Héctor Orozco, quien junto con personal de investigación de los ingenios evalúan dichas pruebas. En el proceso de selección también participa el fitopatólogo Werner Ovalle quien se encarga de detectar las enfermedades que puedan tener las plantas.

Por último, de estas 10 obtienen 1 ó 2 variedades que para ser seleccionadas tuvieron que haber demostrado que producen más toneladas de azúcar, que son resistentes a plagas y enfermedades y que tienen mejores características agronómicas que las variedades presentes en los terrenos de cultivo.

Es así como transcurren 12 años entre la producción de 200 mil variedades de caña y el lanzamiento comercial de solo 1 ó 2 que satisfagan las necesidades de los clientes. Un proceso minucioso que requiere de mucha competencia profesional, así como de valiosas características personales tales como ser observador, objetivo, tenaz, creativo, ingenioso, receptivo, crítico, disciplinado, honesto, paciente y con mucha tolerancia, dice Quemé, porque lo más seguro es que el fitomejorador sea criticado durante el proceso.

Y si a pesar del trabajo científico realizado las plantas no llegan a reunir las características esperadas, siempre habrá alguien que sentencie: “¿ustedes, que están haciendo?”, advierte Quemé.

Para más información sobre CENGICAÑA visite: www.cengicana.org

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