Publicado en August 02, 2016
Por Lucy Calderón

Leche materna: un alimento insustituible

La lactancia materna no deja huella de carbono. Es un recurso renovable que no necesita empaque, es producido por las madres y consumida por los bebés sin provocar contaminación o desechos. Por eso es buena con el medio ambiente y “clave para el desarrollo sostenible”, como indica el lema 2016 de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que este año se celebra del 1 al 7 de agosto.

Además de brindar la nutrición perfecta, la lactancia materna protege contra infecciones y fallecimientos prematuros.

 “Si hubiera una nueva vacuna que previniera 1 millón o más de muertes infantiles por año, y que además fuera barata, segura, administrada por vía oral y que no necesitara una cadena de frío, sería una política imperativa de la salud pública. La lactancia materna puede hacer esto y más”, señala Nelson, E.A., en el artículo Warm chain for breastfeeding. Lancet, 1994. 344(8938):1701.

También se sabe que el consumo de leche materna incide en el aumento del desarrollo cognitivo de los niños, lo cual resulta en más años de escolaridad y a largo plazo esto permitirá que puedan optar a mejores trabajos y remuneración.

En síntesis, los beneficios del amamantamiento son muchos: para la salud de la madre y el bebé, para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, para el medio ambiente y la economía, por lo que es un alimento que no puede ser reemplazado por ningún otro, señala el comunicado que las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud, OPS y OMS, respectivamente, difundieron para conmemorar la semana mundial de la lactancia materna.

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