Publicado en January 16, 2017
Por Lucy Calderón

Las semillas de Ramón, alimento con potencial para fortalecer la seguridad alimentaria en Guatemala

Semillas del árbol de Ramón listas para procesarlas y convertirlas en harina. Foto: Lucy Calderón

Panqueque y pan hechos con harina de Ramón por la chef Mirna Soto. Foto: Lucy Calderón

Esta es una de las 12 recetas que incluye el recetario, además de la información nutricional de la semilla; de la cadena de valor; y de cómo se maneja en el Parque Nacional Sierra del Lacandón, en la Reserva de la Biosfera Maya en El Petén. Foto:  Lucy Calderón

De pie y de izq. a derecha: Julio Madrid, ACOFOP; Magdalena Peralta, Presi. Comité Cadena de Valor de la Semilla de Ramón; chef Mirna Soto; y Óscar Núñez, Director Ejecutivo de Defensores de la Naturaleza. Sentados: Juan Carlos Funes, de CONAP; Dr. Thomas Cieslik, Jefe de Cooperación y Jaap Schoorl, GIZ. Foto: Lucy Calderón

Sustanciosa avena de Ramón que podría servirse como desayuno o refacción escolar en las escuelas guatemaltecas para combatir la desnutrición infantil. Foto: Lucy Calderón

La Embajada de Alemania en Guatemala presentó un libro de recetas sobre la semilla de Ramón, más conocida como nuez maya. Foto: Lucy Calderón

La chef Mirna Soto, con experiencia en la preparación de alimentos con harina de la semilla del árbol de Ramón, recomienda la inclusión de este producto en la dieta diaria. Foto:  Lucy Calderón

Apetecida en Japón y Estados Unidos a donde ya se exporta y en el departamento de El Petén, Guatemala, donde es producida, la harina de la semilla del árbol de Ramón o nuez maya es un nutritivo y versátil producto al que se quiere promover y abrirle mercado en el resto del país, tanto por sus ventajas nutricionales como ambientales y económicas sostenibles.

La iniciativa de promoción pretende la creación de industrias que la procesen y comercialicen, porque con esta harina pueden prepararse tortillas, pan, galletas, panqueques y avena, entre otras comidas, así como productos sustitutos del café.

Lograr la aceptación y consumo de esta harina entre la población guatemalteca también contribuirá a que los campesinos que la producen generen más ingresos, disminuya la desnutrición infantil y se protejan y conserven las zonas en donde crece el árbol de Ramón (Brosimun alicastrum Swartz).

Delicias de Ramón
Uno de los pasos para dar a conocer la harina de semilla de Ramón y fomentar su consumo como alimento importante para fortalecer la seguridad alimentaria en el país fue la reciente presentación del recetario: La Semilla de Ramón. Nuez Maya. Recetas. Introducción a un alimento re-descubierto. Y la degustación de un sabroso desayuno elaborado con base en esta harina.

De pie y de izq. a derecha: Julio Madrid, de ACOFOP; Magdalena Peralta, Presidenta Comité Cadena de Valor de la Semilla de Ramón; chef Mirna Soto; y Óscar Núñez, Director Ejecutivo de Defensores de la Naturaleza. Sentados: Juan Carlos Funes, de CONAP; Dr. Thomas Cieslik, Jefe de Cooperación y Jaap Schoorl, GIZ. Foto: Lucy Calderón

Las recetas que se comparten en el recetario y las de los platos que se sirvieron en el desayuno son propias de la chef Mirna Soto y de la Asociación de Comunidades Forestales de Petén (ACOFOP), institución que lidera el proceso de la cadena de valor de esta semilla en El Petén. El desayuno ese día incluyó: avena, panqueques, yogur, pan y una bebida caliente, todos elaborados con harina de Ramón.

Durante su intervención, la chef Soto comentó que con esta harina se elaboran desde avenas y sopas, bebidas frías y calientes, hasta ensaladas y postres. "Lo mejor es que el producto puede cocinarse tanto en estufas de gas como en estufas ahorradoras de leña. Es un producto versátil, noble", dijo la chef, quien ha viajado a las comunidades donde se produce y procesa la semilla de Ramón, para capacitar a las mujeres del lugar en la preparación de este alimento.

En el recetario también están descritas las bondades nutritivas del Ramón, la importania de la conservación de la especie, los antecedentes de su cadena de valor y su relación con los mayas.

"Este es un alimento ancestral, que en la actualidad sería una buena alternativa para combatir la desnutrición infantil, por ejemplo, sirviéndolo como refacción escolar”, señaló el Dr. Thomas Cieslik, Jefe de la Cooperación Técnica Alemana, que a través del Programa Regional de Protección y Uso Sostenible de la Selva Maya y la Embajada de la República Federal de Alemania en Guatemala presentaron y patrocinaron el recetario.

Según se explicó, el Programa Selva Maya apoya a la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y a las instituciones nacionales responsables de la conservación del bosque tropical húmedo y subhúmedo de México, Belice y Guatemala en donde crece el árbol de Ramón (Brosimun alicastrum Swartz), especie endémica de Mesoamérica.

En la actividad también participaron representantes del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), de la organización no gubernamental Defensores de la Naturaleza y de ACOFOP, que impulsan esta iniciativa de conservación, uso y comercialización del Ramón en el Parque Nacional Sierra del Lacandón, en la Reserva de la Biosfera Maya.

Asimismo asistieron representantes del Ministerio de Educación, a quienes el Dr. Cieslik y Magdalena Peralta, presidenta del comité de la cadena de valor de la semilla de Ramón en El Petén, solicitaron tomar en consideración la harina de Ramón para incluirla en la alimentación que se sirve a los estudiantes de las escuelas públicas del país.

Harina de calidad
“El contenido nutricional de la semilla de Ramón demuestra que es una buena alternativa alimentaria. Contiene niveles más altos de proteína, calcio, vitamina C, ácido fólico, zinc, hierro, vitamina B6, vitamina E y vitamina B2 que los productos de mayor importancia comercial como el maíz, el trigo y el arroz. Además, contiene más triptófano que el maíz, los huevos, la soya, el trigo, la avena, el arroz, el maní y la leche”, indica en el recetario el doctor en genética de plantas César Azurdia, del CONAP.

Semillas de Ramón listas para procesar y convertirlas en harina. Foto: Lucy Calderón

Por si fuera poco, “el Ramón tiene un vínculo importante con la cultura Maya por formar parte de su dieta. Existe una alta correlación entre la presencia de ramonales y de centros ceremoniales, por lo que se ha planteado que los Mayas sembraron Ramón para tener cerca su sustento diario (Puleston, 1972)”. 

“En la actualidad el Ramón sigue siendo importante para las comunidades de Petén. Estudios conducidos por Aragón, Azurdia y Melgar (1988) mostraron que en Petén el 68 por ciento de los encuestados consume el fruto mezclado con maíz, el 3% lo come sin mezclarlo, el 21% lo come entero después de cocerlo y el 2% elabora tortas fritas”.

Los ramonales aportan invaluables servicios ambientales
Según César Azurdia, el árbol de Ramón crece principalmente en bosques húmedos formando grandes extensiones llamadas ramonales. Se puede observar en El Petén, Alta Verapaz, Escuintla, Retalhuleu, Quiché y Huehuetenango y es considerada la especie de mayor valor en importancia ecológica en la zona de vida bosque muy húmedo subtropical de Petén.

Esta especie también es una de las más importantes para el mantenimiento y la conservación del bosque de El Petén, la generación de oxígeno, la conservación de suelos y agua, una fuente de alimento para la fauna silvestre y belleza del paisaje. 

Árbol de Ramón en la Reserva de la Biosfera Maya en El Petén. Foto: Julio Madrid, de ACOFOP

Semillas, ¿a granel?
Julio Javier Madrid Cruz, Coordinador de Productos Forestales No Maderables, de ACOFOP, explicó que los ramones empiezan a producir semilla entre los 7 y 10 años de edad. Y según la literatura, los ejemplares con troncos de 20 a 40 centímetros de diámetros producen 90 kilogramos de semilla al año y los mayores de 40 centímetros, 180 kilogramos.

Julio Madrid, de ACOFOP muestra la semilla de Ramón. Foto cortesía:  Julio Madrid

Sin embargo, según la experiencia de Madrid en el campo, no todos los árboles producen semillas en la misma edad ni en esas cantidades, por lo que están estudiando los efectos del clima en la reproducción de la especie.

Magdalena Peralta, relató que la primera cosecha de semilla es de marzo a mayo; la segunda, de septiembre a noviembre. Y por lo general, la segunda cosecha es mejor que la primera. 

En ambos casos, solo recogen el 80 por ciento de la semilla y el 20 por ciento restante lo dejan en la naturaleza, porque es alimento para algunos animales del bosque y también es esencial para la regeneración natural de los ramonales.

Campesinos recolectan la semilla de Ramón. Foto cortesía: ACOFOP

Sin embargo, en 2016 solo hubo producción de semilla en una de las ocho comunidades que manejan los bosques de Ramón de la Reserva de la Biosfera Maya (RBM) y esta fue en enero.

Los campesinos y los técnicos de ACOFOP consideran que la situación es debida a la variabilidad climática que está ocurriendo en la región y que podría estar asociada al calentamiento global. Por eso, tal como se mencionó, estudian los efectos del clima en la reproducción de la especie.

Antecedentes de la cadena de valor del Ramón
El Programa Selva Maya, el CONAP y otros socios claves comenzaron a fomentar la cadena de valor de la semilla de Ramón en 2012. El liderazgo de este proceso lo tiene la ACOFOP y debido al éxito del trabajo que efectúan, en la actualidad otras instituciones se han sumado a la causa con apoyo técnico y financiero. 

Magdalena Peralta dijo que del 2012 a la fecha son 8 organizaciones comunitarias productoras las que integran el comité que ella preside. En este participan más de 500 personas, en su mayoría mujeres, quienes con los ingresos que obtienen de la recolecta aportan a la economía de sus hogares. También han extendido el potencial de aprovechamiento del árbol a más de 100 mil hectáreas.

Magadalena Peralta añade que el Ramón es un producto sostenible, orgánico y nutritivo. Foto:  Lucy Calderón

La semilla verde la venden a una empresa en Cobán; procesada en harina la envían a Japón y Estados Unidos; y en galletas, pan o sustituto del café, entre otros, la venden a nivel local e internacional.

"El manejo sostenible de las semillas de Ramón y la demanda de los productos derivados no solo contribuye a mejorar la calidad de vida de quienes las procesamos sino también a conservar los recursos naturales de la Reserva de la Biosfera Maya, porque hemos aprendido a convivir con los bosques", dijo Peralta.

Los recolectores llevan la semilla al centro de acopio de su comunidad. Foto cortesía: ACOFOP

Las semillas recolectadas las limpian previo al secado. Foto cortesía: ACOFOP

“El involucramiento y trabajo de las personas de las comunidades, con quienes hay que ir de la mano para que manejen de forma sostenible los recursos naturales de la Reserva de la Biosfera Maya es donde radica el éxito de la conservación y el desarrollo”, enfatizó Óscar Núñez, Director de Defensores de la Naturaleza. Esta organización no gubernamental administra cuatro áreas protegidas en Guatemala, las cuales representan el 5 por ciento del territorio nacional.

Óscar Núñez, Director Ejecutivo de Defensores de la Naturaleza. Foto: Lucy Calderón

Núñez también señaló que hace falta invertir y trabajar más en investigación del impacto del cambio climático en las áreas protegidas del país.

¿Y donde se puede adquirir la harina y el recetario?
La harina de la semilla de Ramón puede comprarse en Ruta 4, 6-49, zona 4. Teléfono 2334-4038

Los interesados en el recetario pueden llamar a la Cooperación Alemana. Teléfono 2364-6700.

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