Publicado en October 01, 2017
Por Lucy Calderón

Manchón Guamuchal, un majestuoso humedal de la Costa Sur de Guatemala

El paisaje que se observa durante el recorrido del humedal es hermoso. Foto:  Lucy Calderón

Los pobladores de las comunidades aledañas a Manchón Guamuchal dependen de la pesca para vivir. Foto: Lucy Calderón

Paisaje cercano a la aldea El Chico, Retalhuleu.

Las cuatro especies de mangle que se reportan para el país crecen en este humedal y funcionan como barreras naturales contra eventos climáticos extremos.  Foto:  Lucy Calderón

Los manglares que hay en Manchón Guamuchal están bien conservados y es importante protegerlos contra la tala indiscriminada e ilegal. Foto: Lucy Calderón

Los manglares son el hogar de una gran variedad de aves migratorias.  Foto:  Lucy Calderón

Aldea El Chico, una de las comunidades cercanas al Área de Protección Especial Manchón Guamuchal. Foto: Lucy Calderón

Lanchas de los pobladores aledaños al humedal.  Foto:  Lucy Calderón

En el estero o terreno pantanoso, los sedimentos le otorgan un color café oscuro al agua. Foto:  Lucy Calderón

El punto donde se encuentran las aguas del estero con las del río se nota por la diferencia del color en la superficie. Foto: Lucy Calderón

Según el conocimiento popular, cada vez que los habitantes del puerto y municipio de Champerico en el departamento de Retalhuleu, Guatemala emprendían el viaje hacia una isla próxima a su comunidad, en la que crecían árboles de guamuch (Pithecellobium dulce) y en donde a su paso las aves migratorias dejaban un notorio manchón de guano, estas personas decían como referencia: “Vamos al Manchón del Guamuchal”.

De ahí probablemente se deriva el nombre del hermoso humedal del Pacífico guatemalteco Manchón Guamuchal, el cual por su invaluable biodiversidad, belleza escénica y la generación de bienes y servicios indispensables para contribuir al desarrollo sostenible del país está considerado como un Área de Protección Especial, según indica el Artículo 90 de La Ley de Áreas Protegidas (4-89) del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). Y a nivel internacional está catalogado como un humedal de importancia mundial o Sitio Ramsar número 725.

Paseo por Manchón Guamuchal hacia la adea El Chico. Fotos: Lucy Calderón

Ese paradisíaco lugar, ubicado a 270 kilómetros -23 de ellos de terracería- de la capital, tiene una extensión de 13,500 hectáreas compartidas por los departamentos de Retalhuleu (95%) y San Marcos (5%), explica el ingeniero agrónomo Marlon Dávila, Director Regional del CONAP para la Costa Sur.

En ocho mil hectáreas del área que comprende Manchón Guamuchal existen bien conservadas las cuatro especies de mangle que se reportan para el país: Rojo (Rhizophora mangle); Blanco (Laguncularia racemosa); Botoncillo (Conocarpus erectus) y Negro o Madre sal (Avicennia germinans).

Los mangles que crecen en Manchón Guamuchal son hermosos y saludables. Debemos protegerlos para evitar su tala ilegal.

Cada año, el humedal se convierte además en un punto de paso y descanso para cantidad de aves migratorias como fragatas (Fregata magnificens), pelícanos (Pelecanus erythrorhynchos), flamencos (Phoenicopterus), espátulas (Plataleinae), entre otras especies procedentes de Canadá y Estados Unidos.

Mientras, en sus terrenos pantanosos y pastizales anegados por agua dulce hay palmas (Arecaceae), conacaste (Enterolobium cyclocarpum), palo de jiote (Bursera simaruba), zapotón (Pachira aquatica), sauce (Salix) y por supuesto árboles de guamuch.

Cuna de especies marinas
Manchón Guamuchal también es sitio de reproducción y crecimiento de una variada fauna marina: camarones, cangrejos, conchas, peces, tortugas, aves playeras, patos y garzas.

De los animales que visitan el humedal, las tortugas marinas está en peligro de extinción. La pérdida de su hábitat, la sobreexplotación de los huevos para la comercialización, la pesca incidental, el calentamiento del mar debido al cambio climático y la contaminación por plástico que atenta contra el ornato y la salud de los ecosistemas son algunas de las causas.

Para contrarrestar en alguna medida esa situación, el CONAP promueve el cumplimiento de la Estrategia Nacional de Conservación de Tortugas Marinas. A través de esta, se han establecido tortugarios o unidades de conservación, con el objetivo de contribuir a la supervivencia de las tortugas que llegan a desovar a las playas del Pacífico, tal es el caso de la Parlama o Lora (Lepidochelys olivacea).

El CONAP, tomando en consideración que el consumo y venta de los huevos de las tortugas es una actividad familiar y ancestral que apoya la subsistencia de las comunidades costeras, estableció que los “parlameros” (personas colectoras de huevos de tortugas) entreguen en los tortugarios legalmente establecidos, una “cuota de conservación”, la cual consiste en el 20 por ciento de los huevos colectados, pero solo se permite obtener huevos de Parlamas, de otras especies de tortugas está prohibido.

A los parlameros que cumplen con dicha cuota se les entrega una boleta en la cual queda anotado su aporte y la cantidad de huevos que legalmente tienen permitido comercializar en las 24 horas siguientes a la emisión de la boleta.

Julio César Interiano, asesor técnico del CONAP, Región Costa Sur.  

“Trabajamos en hacerle comprender a las personas que evitar el tráfico ilegal de especies y cumplir con su cuota de conservación de huevos de Parlamas no solo beneficiará a la preciada fauna del lugar sino a sus comunidades y su entorno", enfatiza Julio César Interiano, asesor técnico del CONAP en Manchón Guamuchal.

Lineamientos de liberación de tortugas bebés
En el área del Manchón Guamuchal hay cinco tortugarios. Tres de ellos administrados por el CONAP y abastecidos con la cuota de conservación.

Los tortugarios del perímetro de Retalhuleu están en las aldeas El Chico y Tres Cruces; el de San Marcos se encuentra en la aldea Tilapa.

Los huevos que entregan los parlameros a esos tortugarios los siembran en la arena para que luego de 40 o 45 días nazcan las tortugas que serán liberadas en la playa, como una forma de ayudarlas a llegar a salvo al mar.

"La práctica de liberación de tortugas es una manera de ayudarlas a completar su ciclo de reproducción, porque la sobreexplotación de sus huevos incide en que no haya incubación ni nacimientos, lo cual repercute en todo el ecosistema. Las tortugas son indicadores de la salud de las costas y el mar, por lo que si disminuyen sus poblaciones o la visitación a los sitios donde anidan y desovan, significa que algo está pasando”, explica la acuicultora Ayram López. 

 

Ayram López recomienda a los padres enseñar a sus hijos, desde pequeños, la importancia de proteger la naturaleza. 

La temporada anual de liberación es de julio a octubre y aunque se ha convertido en un atractivo turístico que también contribuye a la economía de las comunidades costeras es importante efectuarla siguiendo ciertas normas. 

Por ejemplo, ningún tortugario debe retener a los neonatos en piletas o baños, con o sin agua, ni a la vista de las personas.

Los tortugarios requieren de una pared perimetral para evitar que depredadores como perros, gatos, cangrejos, serpientes o incluso otras personas saquen los huevos.

También deben contar con un enramado con hojas de palmera para dar sombra y regular la temperatura de la arena.

Las tortugas tienen que ser liberadas a las 06:00 horas si nacieron de noche o a las 17:30 horas si nacieron durante el día.

Los visitantes no deben tocar a las tortugas porque hacerlo las desorienta, estresa y limita su supervivencia.

Tampoco tienen que tomarles fotografías con flash y en las liberaciones no deben participar más de 20 personas, quienes como público, solo deben ser observadoras de la actividad.

Hay varias necesidades en el área del Manchón
Las comunidades aledañas a Manchón Guamuchal carecen de servicios básicos e infraestructura para agua potable, electricidad o manejo y tratamiento adecuado de desechos.

Esta situación impacta negativamente en el bienestar económico y la calidad de vida de los pobladores, porque no cuentan con proyectos que respondan a sus necesidades y contribuyan a su desarrollo sostenible.

Según indica Joel Wilfredo Archila presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (COCODE) de la aldea Tres Cruces, el 90 por ciento de las 98 familias que integran la comunidad son pescadores. Pero debido a que algunos finqueros cortan el paso del río Ocosito en verano, la presencia de peces ha disminuido y los pozos de agua dulce se están salando. "En verano usted no encuentra aquí agua dulce; y en invierno solo si pone sus recipientes a coger agua de lluvia y después le echa cloro", dice Archila.

En la Aldea Tres Cruces, niños de la comunidad junto a Joel Archila, presidente del COCODE, dieron a bienvenida a periodistas que los visitaron.

Otra de las necesidades que tienen las familias que viven en Tres Cruces es mejorar la educación de sus hijos, porque dos de los cuatro maestros asignados a la única escuela de la aldea, solo llegan una vez a la semana.

La falta de educación y empleo ocasiona la migración de la gente a otros departamentos del país o a México.

En la aldea El Chico también se ha visto mermada la cantidad de peces de valor comercial de los que susbsite la mayoría de los pobladores, por lo que han tenido que dedicarse a la siembra de ajonjolí y otros productos. Pero la escasez de agua para el riego de sus cultivos de igual manera los está afectando.

Consideraciones antes de viajar a El Manchón
El único autobús hacia el embarcadero de la aldea El Manchón sale todos los días a las 13 horas de la terminal de autobuses de Retalhuleu y retorna al día siguiente a las 5 de la mañana.

Al llegar a El Manchón se recomienda preguntar por el guardarrecursos del área o por algún líder comunitario para que le indique cómo desplazarse en el lugar y en dónde podría conseguir hospedaje.

Mayra Martínez López es la única mujer guardarrecursos de Manchón Guamuchal, en la aldea Tres Cruces.  

Del embarcadero de El Manchón se puede partir hacia las aldeas El Chico, La Barrita y Tres Cruces.  

El viaje hacia El Chico es de 12 kilómetros en lancha y puede costar entre Q150-Q250.

De El Chico hacia el embarcadero de La Barrita hay 4 kilómetros que puede recorrer en cuatrimoto o tuctuc por unos Q10. Si son varios los visitantes pueden alquilar un picop por Q100 y luego partir en lancha 8 kilómetros hacia Tres Cruces por unos Q50.

Periodistas visitaron las comunidades aledañas al Manchón Guamuchal como parte de la capacitación del Proyecto Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad en Áreas Marino Costeras, del GEF-PNUD.

Todos los viajeros deben tener en cuenta, como se mencionó, que en ninguna aldea próxima al humedal hay servicio de energía eléctrica ni de agua potable entubada.

Por eso, viajar hacia Manchón Guamuchal ofrece la oportunidad no solo de apreciar y aprender a valorar la rica biodiversidad y cultura guatemalteca, sino también de reflexionar sobre la importancia de demandar su protección y conservación en armonía con el bienestar y calidad de vida de los habitantes de las comunidades aledañas.

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